La organización sin fines de lucro Social Progress Imperative, encargada de medir el … [Leer más...]
Balance a las oportunidades de los tratados de libre comercio en el sector agropecuario nacional
Si bien es cierto que la República Dominicana es uno de los pocos países del mundo que cuentan con acuerdos de libre
comercio firmados con los grandes bloques comerciales (Estados Unidos y Centroamérica, en el caso del DR-CAFTA; y la Unión Europea, en el caso del Economic Partnership Agreement o EPA por sus siglas en ingles), no es menos cierto que el país debe aun empoderarse de esas oportunidades para aumentar su inserción en los mercados internacionales de manera competitiva y sostenible.
Muchos autores han analizado previamente el impacto que puede tener sobre el sector agropecuario dominicano la apertura comercial que el país ha asumido en los años recientes tras la firma de acuerdos de libre comercio como los mencionados anteriormente, con conclusiones muy diversas: algunos opinan que la economía nacional no estaba preparada para enfrentar la competencia internacional, y que por tanto, haberse insertado en los mercados globales fue una mala decisión o al menos inoportuna. Por otro lado, expertos de otras filosofías cuentan que el mero hecho de que la República Dominicana haya logrado ser parte de bloques comerciales de tal dimensión como los estadounidense, centroamericano y europeo, es la mejor manera de incentivar y presionar internamente a los productores locales para adaptarse a la globalización, mejorar sus estándares de producción y competir exitosamente, readecuar sus estrategias de negocios, o bien salirse del mercado si no estaban en capacidad de competir en ellos. La realidad es que se han visto consecuencias que dan la razón a ambas partes. A pocos años de haberse insertado el país en la globalización, muchos productos agropecuarios dominicanos han podido colocarse en nichos que anteriormente no existían para el país; asimismo, se ha aumentado la exportación de productos que cuentan con la calidad suficiente para captar la atención de los más exigentes compradores internacionales. No es menos cierto que también hemos podido observar el cierre de muchas empresas dedicadas a la producción agropecuaria, debido a que no satisfacían sus producciones los niveles requeridos por los mercados globales.
Es obvio que el DR-CAFTA y el EPA plantean oportunidades para el sector agropecuario dominicano. Lo importante es saberlas identificar y aprovecharlas. El tamaño del universo de consumidores capaces de adquirir los productos dominicanos ha sido incrementado significativamente con la firma de estos importantes acuerdos de libre comercio. Los productores locales deben incrementar la innovación y la calidad en sus productos; asumir modelos de negocios basados en la asociatividad para aumentar la competitividad y productividad; generar nuevos productos diversificando así la oferta, etc.
En análisis posteriores a este profundizaremos en el impacto sobre la producción y las exportaciones agropecuarias de la República Dominicana, explorando mejor las informaciones estadísticas y datos con que cuenta el país.